La velocidad de tu conexión a Internet puede verse afectada por varios factores comunes en muchos hogares. Sin embargo, con algunos ajustes sencillos, puedes optimizar tu red WiFi y disfrutar de una conexión más rápida y estable.

Uno de los aspectos más importantes para mejorar la velocidad de tu WiFi es la ubicación de tu router. Es recomendable colocarlo en una zona central de tu casa y, de ser posible, en un lugar libre de obstáculos como paredes gruesas o grandes electrodomésticos que puedan bloquear la señal. Si vives en una casa de varios pisos, la distancia entre el router y tus dispositivos puede influir en la calidad de la conexión. Si te encuentras en un piso diferente al router, es posible que experimentes una caída en la velocidad. En estos casos, los repetidores WiFi puede ser una buena opción para llevar la señal a las zonas más alejadas de tu hogar.

Otro factor clave que puede afectar la velocidad de tu Internet es la cantidad de dispositivos conectados a la misma red. Cada dispositivo consume parte del ancho de banda disponible, lo que puede generar lentitud, especialmente cuando varias personas están usando la conexión al mismo tiempo. Para evitar este problema, te recomendamos desconectar los dispositivos que no estés utilizando.

Si aún sigues experimentando lentitud, podría ser el momento de cambiar tu plan de Internet. Si en tu hogar hay muchos dispositivos conectados simultáneamente o realizas actividades que requieren un alto ancho de banda, como ver contenido en streaming en alta definición o jugar en línea, un plan de Internet superior podría garantizarte una conexión más rápida y estable para todos tus dispositivos.